La verdad es que me ahogo sin pena,
por lo menos he resistido al engaño:
no participé de la fiesta suave, ni del aire cómplice,
ni de la noche a medias.
Muerdo todavía y aunque poco se puede ya,
mi sonrisa guarda un amor que asustaría a dios.

Susana Thénon (Fragmento de Poema)

jueves, 27 de octubre de 2011


Tambaleando en el borde de los márgenes de lo decible, la indefinida articula sonidos y los encadena a una sucesión de sensaciones que, siempre a tientas, configuran un espacio-tiempo de posibles decires propios. En esa indefensión en la que se halla, habitada a sí misma, asoma la posibilidad de construir un conocimiento provisorio de todo cuanto la sujeta, la posee y la rodea. Se detiene, aterrada, raspa el filo ensangrentado del lenguaje que la retiene: lo fuerza, lo empuja más allá, lo hace caer. Ella, habla.
db

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