La verdad es que me ahogo sin pena,
por lo menos he resistido al engaño:
no participé de la fiesta suave, ni del aire cómplice,
ni de la noche a medias.
Muerdo todavía y aunque poco se puede ya,
mi sonrisa guarda un amor que asustaría a dios.

Susana Thénon (Fragmento de Poema)

domingo, 27 de marzo de 2011

Una voz multiplicada. Por Sonia Tessa. Las 12.


las12

Viernes, 25 de marzo de 2011
RESCATES > SILVIA SUPPO

Una voz multiplicada

 Por Sonia Tessa

El martes se cumplirá un año del crimen de Silvia Suppo. Aquel mediodía del 29 de marzo de 2010, las nueve puñaladas contra esta militante de la Juventud Peronista que había sufrido secuestro, torturas y violaciones no sólo la mataron a ella, también abrieron un camino contra la impunidad en una ciudad usualmente cerrada, como Rafaela. La causa judicial, a cargo de Alejandro Mognaschi, está caratulada “asesinato en ocasión de robo”. Hay detenidos confesos, dos jóvenes de 19 y 21 años que cuentan una historia difícil de creer. Mientras tanto, los abogados querellantes, Lucila Puyol y Guillermo Munné, esperan la respuesta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que la causa pase a la Justicia Federal por tratarse de un crimen político. Las razones abundan: la historia militante de Silvia, su testimonio clave en la causa Brusa, pero sobre todo, las declaraciones por venir en otras causas por la represión ilegal. “Su asesinato viene a acallarla”, señaló con certeza Dahiana Belfiori, integrante del espacio Verdad y Justicia por Silvia Suppo, que se mantiene activo en Rafaela, una ciudad de 95 mil habitantes que se jacta de su pujanza económica.

El martes, a las 18.30, el Espacio convoca a una marcha que terminará con un acto público. “Esperamos que puedan llegar organizaciones y personas de todo el país, que haya presencias nacionales en esta marcha porque realmente sentimos que si esto queda circunscripto a la ciudad, no habrá posibilidad de obtener justicia. Por eso estamos pidiendo realmente que la Corte Suprema se expida sobre la competencia federal. Para eso es necesario demostrar que estamos convencidos, que hay mucha gente convencida. Mostrar que no somos pocos”, exhortó Belfiori.

¿Es un capricho insistir sobre el carácter político del crimen? La Justicia provincial se prepara para cerrar el caso, llevándolo a juicio oral, y dejar enredado el ovillo que tiene como puntas visibles a Rodolfo Cóceres y Rodrigo Sosa, los dos cuidacoches que se internaron en el local céntrico Puro Cuero, donde atendía Suppo, la atacaron de 9 puñaladas y se llevaron apenas 200 pesos. “No sabemos si son efectivamente los autores materiales, pero pedimos que la Justicia investigue en dirección a los autores intelectuales”, indicó Belfiori. Un testigo de identidad protegida declaró en la causa y se refirió a la responsabilidad de detenidos por delitos de lesa humanidad en la cárcel de Las Flores, en la ciudad de Santa Fe, pero su testimonio quedó enredado en los problemas de competencia que enfrenta la causa, y que deberá saldar la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Mientras tanto, se ocupa la Justicia provincial. “Prácticamente, los hijos de Silvia Suppo actuaron como si fueran los fiscales, porque aportaron la mayoría de las pruebas. La fiscalía de Rafaela (a cargo de Cristina Fortunato) no aportó, no siguió el tema, al contrario, frenó cualquiera investigación en cierne”, apuntó Belfiori.

Para las distintas personas que conocieron a Silvia Suppo, el asesinato cayó como un hachazo aquel mediodía. “Fue un shock, nos sacudió literalmente. Esta mujer fue una militante toda la vida, puso el cuerpo y venía activando más o menos articuladamente con personas y colectivos, pero en la soledad –consideró Belfiori, quien relató que Silvia era consciente de los riesgos que afrontaba–. Ella vivía con miedo, pero sin embargo eso no la frenó nunca. Es evidente que sus temores eran justificados de algún modo y muchas organizaciones nos dimos cuenta tardíamente. Más allá del dolor que sentimos por su asesinato, también comprendimos la importancia de estar juntos, de trabajar colectivamente”, planteó la militante que integra La Enredadera, grupo de mujeres y feministas.

Vale la pena recordar a qué se refiere Belfiori cuando dice que Silvia Suppo fue “una militante toda la vida”. A los 15 años se incorporó a la Juventud Peronista de Rafaela. Poco después conoció a Reinaldo Hattemer, se enamoró y pensaban casarse. Mientras tanto, terminó la escuela secundaria y comenzó a estudiar enfermería en la ciudad de Santa Fe. El matrimonio no pudo ser porque el 25 de enero de 1977 Hattemer fue secuestrado de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Rafaela cuando asistía al casamiento de su hermano. Nunca apareció. Silvia era testigo y querellante en la causa por esta desaparición, que investiga el juez federal de Santa Fe Reinaldo Rodríguez. Allí acusó a policías de su ciudad, algunos todavía en actividad.

Una vez que su novio fue secuestrado, Silvia continuó con la militancia. El 24 de mayo de 1977 la secuestraron en Rafaela junto a su hermano Rogelio y Jorge Destéfani, que al salir de la cárcel de Coronda se convertiría en su marido. Silvia estuvo desaparecida y luego detenida en la ciudad de Santa Fe hasta 1978, cuando le otorgaron la libertad vigilada. Volvió a su ciudad. Nunca dejó de militar por la Verdad y la Justicia. Les contó lo ocurrido a sus hijos, a los alumnos y alumnas de las escuelas. Donde hiciera falta, allí estaba el matrimonio para mantener viva la memoria, para recordar que en Rafaela también hubo desaparecidos, que “esas cosas” también pasaron allí.

Destéfani murió por una enfermedad pocos meses antes del inicio del juicio oral contra Víctor Brusa, en el que se condenó al ex juez federal y a otros cinco represores a penas de hasta 21 años de prisión. Pese al dolor por la pérdida, Silvia se sentó frente al Tribunal Federal Oral de Santa Fe y contó que la habían secuestrado, que la habían torturado y violado, que quedó embarazada por esas violaciones y que el jefe de la Guardia de Infantería Reforzada (GIR), Juan Calixto Perizzotti, decidió que se hiciera un aborto para “subsanar el error”. Suppo se negaba a considerar que las violaciones en los Centros Clandestinos de Detención hubieran sido “errores”, sino que formaron parte del plan para aniquilar la resistencia de las militantes. Así lo contó con su voz pausada y suave frente a la Justicia, así lo repitió en una nota para Las12.

La estela de Silvia no se apagó con su vida, a los 53 años. “En Rafaela nació y creció este espacio de construcción colectiva, que comienza a revelar lecturas y significados en ese hacer en común, con la convicción de que lo que le ocurrió a Silvia nunca debió pasar y con la certeza que nos da la fuerza de su voz para continuar –en nuestras propias voces–- con la lucha por un mundo más justo. En este sentido nos reconocemos como parte de esa historia de lucha, que la misma Silvia asumió con su vida y que intentamos recuperar”, dice el documento del Espacio Verdad y Justicia. A partir de la muerte de la militante que actuó tantos años en soledad, se abrió un camino diferente en Rafaela, un camino colectivo.

Desde el lunes pasado, el espacio realiza actividades por la semana de la memoria. Hoy habrá una charla sobre la ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, a cargo de la delegada del Inadi en Santa Fe, Stella Vallejos, que además fue compañera de cautiverio y amiga entrañable de Silvia. Mañana habrá taller de murgas y la presentación del libro Historias de Vida II, dedicado a reconstruir las historias de desaparecidos y desaparecidas de la provincia de Santa Fe. El domingo habrá un encuentro de músicas en la Recova Ripamonti, uno de los lugares de encuentro de los rafaelinos. El lunes comenzará un seminario de derechos humanos a cargo de Vicente Zito Lema, que terminará el martes. Y el mismo martes, a las 18.30, será la actividad de mayor intensidad: una marcha desde el cine Belgrano hacia la Recova Ripamonti, donde se exhibirá un documental sobre Silvia Suppo realizado por Wairuro. En la marcha, el micrófono estará abierto para todas las organizaciones, colectivos y personas que quieran hablar. Para oponer las voces a quienes prefieren el silencio.

Un año que hace ruido.

Comparto un escrito que realizó una amiga y compañera de Enredadera, al cumplirse un año del terrible asesinato de Silvia Suppo.

Un año que hace ruido
 

Mural realizado por Luis Acosta, Norma Fenoglio, Rocío Granero y más artistas rafaelinxs.

Uno dice: un año.  Y no pasa nada.  Uno dice: Un Año. Y hasta podés pensar en ¡qué bueno! ¿Ya pasó?  ¿Un año pasó?  Y sentís alivio, premura por avanzar hacia el próximo.
Pero, cuando el año se vincula con la ausencia ya no es lo mismo. Y cuando la ausencia se vincula con el arrebato, con el insulto, con la violencia, mucho menos.
No.  No es lo mismo salir a la calle todos los días creyendo que el teléfono puede sonar a saber que no
va a sonar.  O confundirte y decirle su nombre a alguien. Ver una foto.  Recordar un momento.  O desear haber dicho esa palabra, que queda sonando en tus tímpanos durante mucho tiempo.
No es bueno saber que pasaste un año ausente y los asesinos siguen ahí.  En la oscuridad más cobarde y altanera.  Detrás de cada hoja del expediente, detrás de cada firma de los funcionarios.  Allí. Al subir al colectivo, al comprar las verduras.
No estás de viaje, no decidiste ausentarte.  Otros decidieron por vos, como hace rato lo vienen haciendo.  Y vos con las razones,  tratando de defenderte con argumentos nobles.
Decir en palabras un año no es sólo decir “pasó un año” y hacer como si no hubiera pasado nada.  No pasó porque hubo humedad o los astros se alinearon. 
Pasó tu muerte, pasó la calle, la gente, tu foto en las paredes, en el centro, los plantines del mural creciendo en cualquier patio.  
Y hasta no hay colores únicos en el transcurso de los días.  La gama va de un gris pesado, animalesco, cruel, un dos de abril, hasta los naranjas radiantes de los últimos días de octubre. 
Incluso no hubo una línea recta en el recorrido.
Cayeron lágrimas, lluvia sobre los hombros.  A veces sopló viento o iluminó un sol intenso a las consignas.  Sentimos el calor quemante del empedrado. 
La voz se proyectó con rabia, con emoción.  Lloramos, te enunciamos, te hicimos visible con fotos, con dibujos, con palabras, con canciones, con gestos teatrales.
Imposible decir en tres palabras lo que encierra la expresión “pasó un año”. 
Quizá sea conveniente seguir andando, seguir diciendo tu nombre, pintando las paredes a pesar de la ignorancia (como vos lo hiciste).
Seguir expresando el dolor y la decepción frente a las decisiones de los infames (como vos lo hiciste).
Sobreponerte al balance entre los débitos y los créditos.
Y saber que en estos esfuerzos se van los días del año.  Confiar en lo que sembraste y ayudaste a crecer.  Confiar en que el año no fue inútil.  Cargarlo con la fuerza del encuentro y del reencuentro de cada marcha, de cada pronunciamiento, de cada denuncia.  Poner de espaldas a la vergüenza y al miedo.  Mostrar los ojos de frente, con frescura pero sin ingenuidad, leyendo las respuestas de la calle.
Pasó un año.
Volvemos a construir juntando los trocitos de ilusión desparramados el día que empezó a nacer este año que acaba de pasar para que el año no quede sólo en la memoria de las y los pocos locos,  ilusos, de las y los que construyen  utopías, de todas y todos los que sueñan  imposibles.
Pasó el año pero nació una historia más fuerte que la cadena de los días que acaba de pasar.  Pasó un año de luchas que no terminaron.  Nació una entidad  de esperanza, de primavera recién nacida, de pañuelos blancos. No somos ingenuas, ingenuos,  pero confiamos.
Pasó un año, pasó una terrible noche.  Quizá empieza a salir el sol otra vez.

Claudia Perren-Docente- Integrante de Enredadera

miércoles, 23 de marzo de 2011

Silvia Suppo sigue pidiendo justicia.

Silvia Suppo sigue pidiendo Justicia.*
Resulta difícil comenzar a hablar hoy, cuando se cumple un año del terrible asesinato de Silvia Suppo. Resulta difícil hacer que las palabras se sigan unas a otras tratando de generar un sentido que para algunas personas sigue sin manifestarse. Continúa siendo duro pensarnos sin Silvia, a quien le arrancaron la vida impunemente, para quienes como nosotras y nosotros venimos ejerciendo la lucha por el esclarecimiento del crimen y subrayamos su naturaleza política.
Sin embargo, desde el dolor y con las dificultades de construir en las diferencias, la ciudad de Rafaela vio nacer y crecer un Espacio que busca Verdad y que busca Justicia.  La ausencia de Silvia dio lugar a la presencia de algo que quizás ella misma buscó y soñó durante años.  A los colectivos, organizaciones y personas que hicimos y hacemos este camino, el significado de la conformación del Espacio Verdad y Justicia por Silvia Suppo, se nos comienza a revelar en el hacer. Exigimos Verdad y Justicia, pero no sólo para Silvia, exigimos una Verdad y una Justicia que contengan muchas verdades y justicias y que incluyan a quienes son permanentemente excluidos y excluidas de derechos. Pienso que Silvia lo hubiera querido así.
Y me animo a decirlo porque Silvia asumió con su vida un compromiso en la búsqueda de Verdad y de Justicia -anclada en la lucha que sostuvo durante años por un mundo mejor, realmente humano- construyendo e impulsando activamente diversos proyectos colectivos e inclusivos en Rafaela, a pesar de la soledad que sentía. Hablo de Silvia, de esa mujer valiente que tuvo hijos y que a pesar de todo continuó creyendo en el amor y desde ahí reconstruyó su vida. Hablo de Ella. Ella, que no dudó en denunciar con nombre y apellido a quienes participaron de sus torturas y de su secuestro, el de su hermano Hugo Suppo y el de su compañero de toda la vida Jorge Destéfani, como así también el de su ex pareja, Reinaldo Hattemmer. Ella, que fue una de las primeras mujeres en declarar las violaciones cometidas durante la última dictadura militar en Argentina, como forma sistemática de tortura específica ejercida hacia las mujeres en una causa que condenó a un ex juez federal vinculado a delitos de lesa humanidad; ella, que fue y sigue siendo testimonio de vida.
Recuerdo una nota del 30 de marzo de 2010 escrita por Sonia Tessa que tituló “el valor de contar” y que recuperaba parte del testimonio de Silvia que sirvió para condenar a represores y una conversación que había tenido con la periodista, en la que precisamente señalaba la importancia de dar testimonio, la importancia de contar. Creo que Tessa con ese título condensó acertadamente la mejor cara de Silvia, mejor dicho, la única, la que tiene quien transita la vida con coherencia, algo difícil de encontrar en estos tiempos y que Silvia mantuvo durante su vida.  Valor de contar lo vivido, valor al no callar para que nadie nunca más olvide. Ese valor y esa presencia en hechos y palabras que Silvia mantuvo durante su vida es la que nos impulsa hoy en este grito social por el esclarecimiento de un asesinato de indudables características políticas. Un crimen, que mediante un vergonzoso operativo de prensa que encubrió inmediatamente a los verdaderos responsables, pretendió cerrarse como un asesinato en ocasión de robo y que sigue sosteniéndose desde ciertos sectores del poder judicial y político como tal sin haber ocurrido una investigación seria del caso.
Los diversos colectivos y personas que integramos el Espacio no dejamos de pedir Justicia, como lo hiciera Silvia. Porque creemos en la lucha de toda su vida, que es en gran medida la nuestra, es que nos encontramos en esta voluntad de hacer, de juntarnos, de crear y de creer. Voluntad nacida de la firme convicción de condenar lo inadmisible y aberrante, lo que nunca más debió pasar, lo que sigue pasando. Es por eso que pensamos y trabajamos por la recuperación de la memoria colectiva denunciando además las violaciones a los Derechos Humanos en la actualidad.
Como alguna vez escribí también, hoy Silvia está presente, nos acompaña en las calles y en las plazas y pide Justicia por ella y por todas y todos a través de las pancartas, de las banderas, de las voces, de postales. Invitando a moverse de la comodidad y el adormecimiento, una de esas postales dice: "¿Qué estás haciendo por Silvia Suppo?" y nos tiende una mano, o muchas.
Mujer, luchadora, compañera, hermana, amiga Silvia Suppo ¡Presente!
Esclarecimiento YA del crimen de Silvia Suppo.
Aparición con vida de Julio López.
Derechos Humanos para todas y todos hoy.

*Dahiana Belfiori, Integrante de Enredadera, grupo de mujeres y feministas en el Espacio Verdad y Justicia por Silvia Suppo.
publicado en la revista "Los juzga un Tribunal... los condenamos Todos, los encierra la verdad, de AMSAFE (Santa Fe) 2da entrega.
y en el revista de AMSAFE Rosario

sábado, 19 de marzo de 2011

Semana de actividades: A un año del asesinato político de Silvia Suppo

A un año del asesinato político de Silvia Suppo.

El asesinato de Silvia Suppo, militante por los Derechos Humanos y testigo clave en causas de lesa humanidad, ocurrido el 29 de marzo de 2010 sacudió a la ciudad de Rafaela, en particular a las organizaciones y colectivos políticos, sociales y culturales que ya venían activando de manera más o menos articulada y con diferentes miradas y modos de construcción políticos. Sin embargo, este brutal crimen nos conmovió y movilizó desde el dolor e implicó el intento de construir un espacio con estas características –hecho histórico en la ciudad- que nos permitiera unir fuerzas para pedir justicia para Silvia.

Así es como, no sin dificultades, en Rafaela nació y creció este Espacio de construcción colectiva en la búsqueda de la verdad y de la justicia. Espacio que comienza a revelar lecturas y significados en ese hacer en común, con la convicción de que lo que le ocurrió a Silvia nunca más debió pasar y con la certeza que nos da la fuerza de su voz para continuar -en nuestras propias voces- con la lucha por un mundo más justo. En este sentido nos reconocemos como parte de esa historia de lucha, que la misma Silvia asumió con su vida y que intentamos recuperar.

Para nosotras y nosotros se hizo evidente entonces, recobrar la historia de luchas y resistencias en nuestra ciudad, algo que desde los poderes de turno y con la connivencia de un sector apático de la sociedad, fuera ocultado de manera sistemática. Nuestro devenir como Espacio implicó un respeto por los tiempos y modos del hacer político de cada organización y persona: tiempos de conocimientos y reconocimientos. Quizás sin todos los análisis políticos acabados en los planos nacional, provincial y local actuales, pero con la urgencia que nos demanda el camino de la causa y la convicción de que estos puntos básicos de encuentro fortalecen el pedido de justicia, no sólo para Silvia sino también para quienes son permanentemente excluidos y excluidas de derechos.

Coincidimos en que los Derechos Humanos deben ser garantidos por el Estado, actor responsable en la ampliación de ciudadanía. Asimismo consideramos que debemos ejercer los derechos no conquistados y que la lucha es el espacio para que todos los derechos lleguen a todos los seres humanos. La ampliación de nuestros derechos, la exigencia y el ejercicio de los mismos, supone un compromiso de las organizaciones y personas. En la exigencia de justicia para Silvia es que se plasma también nuestro derecho a luchar y habitar un mundo más justo.

Aún con miradas diferentes sobre el escenario político actual, pudimos realizar actividades en común, con el claro acuerdo de ocupar el espacio público en cada acción realizada. Es así que con la alegría –alegría que llevamos como bandera-, nos encontramos cada mes exigiendo justicia en las marchas, charlas-debates, audiovisuales, recitales, teatro y una variedad de manifestaciones artísticas que se desplegaron en las calles rafaelinas.

Producto de estos encuentros dentro del Espacio Verdad y Justicia por Silvia Suppo, al cumplirse un año de su asesinato y sin haberse dado una investigación seria del crimen, surge la necesidad de convocar a otras organizaciones y personas para generar un espacio amplio con una agenda común en el marco de lo que llamamos “Semana de actividades por Memoria, Verdad y Justicia: A un año del asesinato político de Silvia Suppo”.  

Nos convoca el deseo de alentar los debates necesarios en relación a la recuperación de la memoria colectiva y en relación al cumplimiento y violaciones a los Derechos Humanos en la actualidad. Coincidimos en la necesidad de hacer una revisión histórica local y nacional y crear ámbitos de discusión, es por ello que consideramos esta Semana de actividades como un espacio y tiempo propicios para hacerlo.

Nuestro deseo es que esta convocatoria no se agote en la construcción de una agenda común para la Semana de actividades, sino que se sostenga en un debate conjunto superador a este hecho en particular y que atraviese nuevas aristas, entendiendo que el debate sobre los Derechos Humanos es transversal a todas las organizaciones.

Desde aquí seguimos pidiendo justicia para Silvia Suppo, como ella lo hiciera para todxs. No sólo porque su lucha es en gran medida la nuestra, sino porque condenamos lo aberrante, lo que nunca más debe pasar.

  • Esclarecimiento ya del asesinato de Silvia Suppo. Exigimos que la causa sea elevada a la justicia federal.
  • Aparición con vida de Jorge Julio López y de todxs lxs desaparecidxs en dictadura y en democracia.
  • Derechos humanos para todxs hoy.





Espacio Verdad y Justicia por Silvia Suppo
La casona de los pibes
Centro Cultural y Social Estación Esperanza
Promotores Territoriales para el Cambio Social
Enredadera Grupo de mujeres y feministas
Artistas locales
Movimiento Evita
SADOP delegación Rafaela
Instituto Santafecino de Políticas Públicas
CTERA
AMSAFE Provincial
CTA Región Centro
http://verdadyjusticiaporsilviasuppo.blogspot.com/

domingo, 13 de marzo de 2011

David Viñas: el profeta del “caidero” por Claudia Korol

David Viñas: el profeta del “caidero”


“¿Cómo está, compañera? ¿Qué dice?” Así empezaba su charla invariablemente David. Un café tras otro. Un pucho tras otro. “Mozo, fuego por favor”. “¿No me da un cigarrito?”.
No sé si los mozos lo habrán leído. Pero lo saludaban con ternura. Mientras acercaban el cigarro, el fuego.
David abría el diario La Nación, frenéticamente subrayado y con anotaciones al margen. “Mire esto, compañera. ¿Qué hacemos? Algo hay que hacer”.
La charla fluía. El tipo era un amigo. Un viejo cascarrabias. Un eterno enamoradizo. Un intelectual que honraba al nombre y al compromiso que significaba. Un laburante de la palabra, de la investigación, del análisis que paseaba desde la literatura a la historia, sabiendo que una y otra eran la misma cosa, eran nuestra posibilidad de enfrentar al poder oligárquico, al poder imperialista, con razones y corazones. Poniendo el cuero si fuera necesario. “Otro café, compañera”.
La palabra “compañera” en su voz grave, marcada por años de humo, era un regalo. Su risa celebraba de pronto alguna ocurrencia. Luchaba contra la banalización de las modas culturales y políticas de la ciudad que amaba. Despreciaba la tilinguería posmoderna, el facilismo, la rendición ante la hegemonía.
Siempre nos acompañó en las aventuras que realizamos desde la revista y luego editorial América Libre. Entregaba sus artículos escritos a máquina, y corregidos a mano, con una impronta tan personal como su contenido.
A veces, en voz baja, confesaba algún dolor. O subía el tono con rabia si recordaba una agachada de alguno/a de sus colegas, que ahora lo pueden llenar de galardones pero que en muchos momentos lo dejaron como boxeador solitario, desnudo en un rincón.
Polémico, apasionado. “¿Qué hay compañera? ¿Qué me cuenta?” David escuchaba. Sabía escuchar. Y hablaba. Sabía hablar. Cultivaba el diálogo sin jerarquías. El maestro atendía entre cafés los comentarios de tantos hombres, mujeres, jóvenes, y después no tanto… que le pedíamos su opinión, su consejo, su mirada irreverente.
Siempre tenía un proyecto entre las manos. Una revista, un programa de algo…
Insistía en la necesidad de contar con un lugar donde juntarse en el centro de la ciudad, que no estuviera atravesado por la lógica del consumo ni por los adulones del poder de turno.
“Un caidero”, enfatizaba David. En la calle Corrientes, claro. Entre los libros y el humo. Un “caldero” donde pudieran llegarse a cualquier hora la gente de la calle Corrientes, los eternos bohemios que necesitan todavía del encuentro sin mediaciones, para arreglar el mundo.
“Un caidero” compañera, donde nos juntemos, donde hablar de las cosas que hay que hablar, no de las que nos hacen hablar. Y volvía a abrir La Nación, el diario de la derecha, al que estudiaba estudiándola. “¿Ya leyó lo que dice de tal o cual tema?”
David se fue apagando en un bar de La Paz. Las últimas veces me dolía encontrarlo. Tenía deudas, angustias. Y un orgullo enorme como para pedir lo que necesitaba. No había transado jamás y no lo haría.
Su cabeza seguía atentamente las transformaciones mundiales y nacionales. A veces la movía hacia uno y otro lado. Pensaba con todo el cuerpo. Escribía con todo el cuerpo.
David era un intelectual de otro tiempo. El que necesitamos para mirar el futuro, para habitar el presente. El que piensa y dice, sin especular con las consecuencias. Sabía del dolor de las pérdidas. Extrañaba a sus hijos desaparecidos. Los evocaba con su tosca ternura. Como a su maestro Rodolfo Walsh. Al referirse a él, en artículos y conferencias repetía siempre: “Se podría ir formulando –al evaluar las diversas prácticas de Walsh– una suerte de ecuación: a mayor criticismo y heterodoxia, mayor riesgo de sanción. El típico estar fuera de lugar de los escritores heterodoxos de la Argentina al estilo de Martínez Estrada debería traducirse aquí como un réquiem o un epitafio”.
David estuvo siempre fuera de lugar. No encajaba en los salones literarios. Era un hombre de bar. Un profeta del caidero.
Todavía no me atrevo a entrar a La Paz y no verlo. Será una ausencia irreemplazable. No me consuela pensar en que otros jóvenes enarbolarán su rabia y su ternura en una literatura sin concesiones. No me entusiasma pensar que con el paso del tiempo David será más fuerte que Goliat.
Quiero todavía el espacio que nos falta. Quiero a David, inaugurando el “caldero”.


Claudia Korol
Marzo 2011

jueves, 10 de marzo de 2011

Lo que dicta el corazón

Trabajo que presenté para la muestra "Esta 'belleza' ¿me hace hermosa?" organizada por Enredadera y los hijos de Goran, y expuesta por primera vez el 8 de marzo pasado, en la plaza 25 de mayo de la ciudad de Rafaela.


Lo que dicta el corazón.













Fotos de la Muestra en: Facebook y Enredadera.

miércoles, 9 de marzo de 2011

La bruja va...

La memoria es como un pájaro pequeño que habita nuestra mente. Sabemos que está allí porque recordamos, como nos enseñaban nuestras madres, a recordar el nombre de las abuelas, de las tías, de los lugares, de la forma de no perdernos y encontrar el camino de vuelta a casa, a un lugar seguro. La memoria es lo que somos, es nuestra historia, dicen algunas brujas guatemaltecas. Por eso esta noche y mañana, es decir: noche tras noche, dedicaremos este espacio a hablar del 8 de marzo y a invitar a sus múltiples acciones.

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Un nuevo 8 de marzo. Para quienes hacemos del feminismo una manera de estar en el mundo, una manera de rebelarnos y de revelarnos –con las dos b, la larga y la corta - es decir, una manera de saber quiénes somos, y de luchar por quienes queremos ser, el 8 de marzo es una jornada, precisamente, de lucha. Un día de denuncia de todas las opresiones, las que surgen de un mundo patriarcal, y también las que se relacionan con las muchas maneras de destruir al ser humano que tiene el capitalismo, y con la dominación brutal del racismo. Como feministas, nos sentimos parte de una munda que se rebela contra las políticas de mercado, que vuelven nuestros cuerpos, y también nuestros sentimientos, la tierra que habitamos, las aguas, en mercancías.
Desmercantilizar nuestras vidas, es parte de una opción radical de lucha por una munda donde quepan todos los mundos, una munda en la que la palabra verdadera tenga su lugar. Una munda que elija la paz para solucionar los conflictos, que sea efectivamente una paz con justicia.
8 de marzo. Una invitación a estar en las calles, para continuar la lucha de las mujeres por nuestros derechos, y por nuestra libertad. Una invitación también a la memoria. Lucha de mujeres, lucha internacionalista, lucha contra la guerra, lucha por la justicia,  lucha la dignidad, por la igualdad, el placer de las mujeres.

///////

Con el aporte de algunas compañeras, escribimos junto a Claudia Korol la DEclarACIón de los DErechOs de las HUmaNAs:

1.- todas las mujeres tenemos derecho a la felicidad!!
2.- todas las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas
3.- todas las mujeres tenemos derecho a gozar sexualmente de nuestra sexualidad
4.- todas las mujeres tenemos derecho a ser madres y a no serlo
5.- todas las mujeres tenemos derecho a decir nuestra palabra y a callarla
6.- todas las mujeres tenemos derecho a amar a hombres o mujeres o a cualquier persona de la opción sexual que sea
7.- todas las mujeres tenemos derecho a interrumpir un embarazo no deseado, y a continuar un embarazo deseado. Todas las mujeres tenemos derecho a respetar nuestro deseo y a exigir que sean respetados.
8.- todas las mujeres tenemos derecho a exigir una educación sexual adecuada. Todas las mujeres tenemos derecho a recibir gratuitamente anticonceptivos. Educación sexual para decidir. Anticonceptivos para no abortar. Aborto legal para no morir.
9.- todas las mujeres tenemos derecho a creer en los dioses o en las diosas que nos acompañen en nuestras resistencias. Y también el derecho a no creer en dioses o diosas, sino, en las brujas milenarias que arden en las piras fundamentalistas. 
10.- todas las mujeres tenemos derecho a que no se considere democracia un sistema donde las mujeres seguimos siendo desaparecidas por las redes de prostitución. Tenemos derecho a  no ser consideradas mujer-cuerpo- para el placer de otros . Tenemos derecho a que la prostitución no sea naturalizada como un "trabajo" cuando es una violación de Derechos de las Humanas.
11.- todas las mujeres tenemos derecho a denunciar el femicidio como un crimen de lesa humanidad, A buscar a los culpables y a exigir justicia, verdad y castigo.
12.- todas las mujeres tenemos derecho a nacer con esperanzas en el mundo y a envejecer con dignidad.
13.- todas las mujeres tenemos derecho a ser izquierda
14.- todas las mujeres tenemos derecho al trabajo, a igual salario por igual trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda, a la tierra, a la identidad cultural originaria, a la soberanía alimentaria, a la soberanía de nuestros cuerpos. A la reforma agraria, a desalambrar nuestros cuerpos y las creencias religiosas, científicas y políticas sobre nosotras.
15.- todas las mujeres tenemos derecho a rebelarnos frente al patriarcado y a todas las opresiones. Tenemos derecho a desobedecer frente al orden que manda y disciplina. Tenemos derecho a gritar frente al poder que silencia.
16.- todas las mujeres tenemos derecho a vivir en paz. A enfrentar el orden imperialista que invade y mata, que vuelve nuestros cuerpos trofeos de guerra.
17.- todas las mujeres tenemos derecho a bailar, para celebrar nuestros derechos y para olvidar los mandatos y las culpas impuestas. Todas las mujeres tenemos derecho a cantar en el coro inconveniente de todas las rebeldías

PD: la emancipación de las mujeres, será obra de las mujeres mismas.
Conciencia feminista es cultura de rebeldía, que nace y crece en los cuerpos que se rebelan, contra el orden patriarcal, contra la heterosexualidad obligatoria, contra el trabajo doméstico que nos domestica.
 
Por Liliana Daunes, extraído de su blog La rosa brindada

martes, 8 de marzo de 2011

No me arrepiento de nada. Gioconda Belli.

No me arrepiento de nada
Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.

Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.

En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.

No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.

Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.

viernes, 4 de marzo de 2011

Respiro, Luvi Torres



Comparto este bello video de Luvi.

Muestra Esta "belleza" ¿me hace hermosa?-8 de marzo.18.00 hs.


Bichas raras. Por Sonia Tessa. Las 12

Este 8 de marzo Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, Enredadera grupo de mujeres y feministas y Los Hijos de Goran te invitamos a pensar desde las artes visuales los mandatos de belleza construidos culturalmente sobre lo femenino.
Gracias a la convocatoria lanzada en enero de este año, recibimos trabajos de diferentes lugares del país y de la zona.
Este martes 8 de marzo los expondremos por primera vez en la Plaza 25 de mayo de la ciudad de Rafaela a partir de las 18 hs. La muestra será itinerante. Próximamente difundiremos los lugares y fechas nuevos.
Gracias a todas las personas que nos enviaron sus obras!!!
Las y los esperamos!!!

Para participar de la muestra o por consultas, deberás comunicarte a

convocatoriaochodemarzo@yahoo.com.ar
Más información en

www.espaciodemujeresrafaela.blgospot.com
awww.facebook.com/EnredaderaGrupodeMujeresyfeministas 
www.facebook.com/loshijosdegoran